El edificio era la primera actuación de la Residencia de Discapacitados Psíquicos y el Centro de día de Discapacitados Psíquicos de Fuerteventura, debía albergar la parte común de los dos edificios y prever una ampliación para realizar la piscina de rehabilitación. En cada proyecto intentamos dar soluciones específicas a los usuarios. En este proyecto, los usuarios cuentan con unas necesidades específicas muy concretas, derivadas de su singularidad intelectual, la manera en la que perciben el mundo y se comunican. Todas las decisiones de proyecto ligadas a la organización, forma, volumen, texturas y colores responden a una necesidad específica para que los usuarios puedan entender el edificio y las actividades que se realizan en cada estancia. Cuando visitamos otros centros, vimos dibujos en las paredes. Muchas veces sin valor estético y descoordinados, pero eran funcionales. Los usuarios no saben que el dibujo es una naranja, pero son capaces de asociar ese dibujo y color a una actividad. Los espacios a su vez debían de ser muy ordenados, con colores calmados, sin brillos, sin aristas que puedan usarse para autolesionarse